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domingo, 23 de noviembre de 2014

SYLDYA, MUSA DE TESLA



Muchas gracias a Sebastián Gálvez (de la noble estirpe de los Cassaró) por entregarnos esta misteriosa pieza perdida de su colección privada:

UNOS VERSOS PARA SYLDYA

(del inédito “Poemas Científicos o Balada para una Joven Sintética” (1888) de Nikola Tesla. Traducción del latín a cargo de Marcos Lester Deza Guzmán, a.k.a. Mark Lester):

I

Si fueras piel,
Simple piel (*)
Nacarada o salina
Como playas
Que han de encontrarse
Siguiendo la ruta
De un pergamino
Versado en geografías imposibles,
Si fueras tan sólo
La suave dermis estudiada
En retratos de una
Italia Legendaria,
¡Si fueras incluso! aquel cutis,
Ese continente,
Magno preludio
De una simetría compacta,
Irremediablemente celeste,
No hallaría en ti
El gozo obtenido
Al tomar vuestra mano,
Cuando al despojarla de su funda
Celebro la avasallante
Realidad de los artificial.

(*) Lo que revistió a Pandora y Adán bajo el sello de Antiguos Estandartes.


II

Muéstrame aquellas quimeras,
Cautivos de un plano allende a esta tarde
Muéstrame a esas, tus dulces apariciones
Antaño, en una infancia ya casi dorada,
Extraños heraldos de tristeza, compasión
O terror.
Muéstrame los designios inmersos
En tantas texturas de éter,
Pueda que el pensamiento volátil
De algún desconocido pariente
Logre llevarnos a La Caverna donde
Las sombras sueñan y esperan
Al caudillo proveniente del Sol.
Muéstrame también el iris que define
Tu don: reflector de conciencias perdidas
En noches victorianas;
Muéstrame finalmente tus manos y labios,
Los cuales no han de gastarse
Merced a mi inocente pasión...

Muéstrame el sello de tu origen invicto:
El áureo grabado tallado
En una fragua inmortal.

III

¿Qué hora puede ser,
Dulce niña,
Cazadora de Almas?

El tiempo no importa
Mientras el silencio
Nos envuelva
Y las miradas vaticinen
Eternidad.

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